Etiquetado: insomnio Mostrar/Ocultar Comentarios | Atajos de teclado

  • Ismael 12:46 el 2 December 2009 Enlace permanente | Responder
    Etiquetas: ahora, conciencia, , Eckhart Tolle, insomnio, juicios, , , preguntas, respuestas   

    Preguntas, respuestas y menos Orfidal para tus noches…(I) 

    Sería bueno poder escuchar qué mensaje puede haber detrás de tus problemas para dormir.
    Permíteme que te haga algunas preguntas para que tu puedas contestarte si lo deseas y así poder desentrañar algo más del por qué de esas noches en blanco. Son preguntas que yo me hice en algún momento. Quizás mi experiencia personal te pueda ser útil a ti.

    Te pones limitaciones para poder dormir?

    Cuando las aprendiste?

    Fué por cómo te sentiste con alguien, con algo? Cuanto hace de eso? Realmente piensas que vale la pena seguir con ese pie en el pasado? Porque ese pasado, seguramente te esté amargando la proyección que te haces del futuro?

    Eres de esas personas que quieren controlar, de esas que necesitan auto-vigilarse contínuamente?

    Quizás con este puñado de preguntas no desvelaste nada, quizás si, o mejor aún, quizás no te atreviste a contestar, a buscar en ti por miedo a…QUE?

    Bingo! Ahí puede ser que hayas encontrado la resistencia clave para poder empezar a hacer cambios en tu vida y en tu sueño.

    Queda claro que aprendiste a NO dormir, e igual que aprendiste a NO dormir puedes volver a reaprender a dormir.  Permítete investigar durante unos minutos al día si quieres, sin obsesionarte, permítete escuchar que te dices, que ves, donde lo sientes en tu cuerpo cuando te metes en la cama y no te duermes o quizás cuando te despiertas de madrugada sin poder volver a conciliar el sueño. Qué te saca de la cama si a tu cuerpo todavía le quedan horas para recuperarse?

    Observa y acepta. Si juzgas malo o bueno, puedes frustrarte o euforizarte. El juicio pues, te mantendrá despierto. Observar y aceptar es práctica, al principio resulta difícil porque no estamos acostumbrados, lo hacíamos de niños y luego lo perdemos. Observar y aceptar es tan sencillo que nuestra mente se ocupa de llenar ese espacio tan sencillo con juicios y demás complicaciones. Observar y aceptar es vivir en el AHORA. Por eso te recomiendo que dediques solamente unos minutos al principio por día y luego vayas incrementando ese momento de observación sin juicio a medida que te sientas más cómodo o vayas obteniendo respuestas. Porque está claro que si la mente para, te vendrán respuestas más claras al respecto de lo que sea, de lo que tenga que responderse. Como dice Eckhart Tolle: «Primero debes estar aquí y ahora y luego llegará lo que necesites».

    Escribe lo que te venga en esos momentos de presencia consciente.

    Continuamos en el siguiente post sobre qué hacer una vez tenemos la información.

    Me despido con un video de Eckhart Tolle, autor de «El poder del Ahora» entre otros, muy inspirador.

     
  • Ismael 10:22 el 20 November 2009 Enlace permanente | Responder
    Etiquetas: confianza, , enfermedad, entrega, insomnio, , , muerte   

    El insomnio como camino? 

    Permíteme que te cite el texto sobre el insomnio que escribieron THORWALD DETHLEFSEN y RÜDIGER DAHLKE hace como 25 años en su libro «LA ENFERMEDAD COMO CAMINO»

    Insomnio

    El número de personas que, durante un período más o menos largo, padece trastornos del sueño, es muy grande. No menos grande es el consumo de somníferos. Al igual que la comida y el sexo, el sueño es una necesidad instintiva del ser humano. Pasamos en este estado una tercera parte de la vida. Un lugar seguro, abrigado y cómodo donde dormir es de capital importancia para el hombre y para el animal. Por cansado que esté un animal o una persona, recorrerá un buen trecho con tal de encontrar una buena cama. Las perturbaciones del sueño las combatimos con gran inquietud y la falta de sueño la siente el individuo como una de las mayores amenazas. Un buen descanso suele estar asociado a muchas costumbres: una cama determinada, una postura determinada, una hora determinada, etc. La ruptura de esa costumbre puede perturbarnos el sueño.

    El sueño es un fenómeno curioso. Todos podemos dormir sin haber aprendido, pero no sabemos cómo.
    Pasamos una tercera parte de nuestra vida en este estado pero no sabemos nada de él. Deseamos dormir y, sin embargo, con frecuencia, percibimos una amenaza que nos llega del mundo del sueño. Tratamos de desechar estos temores restando importancia al tema, por ejemplo: «Sólo ha sido un sueño», o: «Vano como un sueño», pero, si hemos de ser sinceros, reconocemos que en el sueño experimentamos y vivimos con la misma sensación de realidad que en la vigilia. Quien medite sobre este tema, tal vez saque la conclusión de
    que el mundo de la vigilia es también ilusión, sueño como el sueño nocturno y que ambos mundos sólo existen
    en nuestra mente.

    ¿De dónde sale la idea de que nuestra vida, la que hacemos durante el día, es más real o más auténtica que la de los sueños? ¿Quién nos autoriza a poner un sólo delante de la palabra sueño? Cada experiencia de la mente es igual de verdadera, no importa que la llamemos realidad, sueño o fantasía. Puede ser un buen ejercicio mental invertir la óptica habitual de la vida y el sueño e imaginar que el sueño es nuestra verdadera
    vida, interrumpida a intervalos regulares por períodos de vigilia. «Wang soñó que era una mariposa. Estaba entre hierbas y flores. Revoloteaba de un lado a otro. Luego despertó y no sabía si era Wang que soñaba que era una mariposa o era una mariposa que soñaba que era
    Wang.»
    Esta inversión es un buen ejercicio para descubrir que, desde luego, conciencia de día y conciencia de noche, son polos que se compensan mutuamente. Por analogía, corresponde al día y a la luz la vigilia, la vida, la actividad y a la noche, la oscuridad, el reposo, el inconsciente y la muerte.

    De acuerdo con estas analogías de arquetipos, la voz popular llama al sueño el hermano menor de la
    muerte. Cada vez que nos dormimos, ensayamos la muerte. El sueño nos exige soltar todos los controles,
    toda meditación, toda actividad. El sueño nos exige entrega y confianza, abandonarnos a lo desconocido. No
    se puede conciliar el sueño a la fuerza, con un acto de voluntad. No hay como querer dormir a toda costa para
    no poder pegar ojo. Nosotros no podemos sino crear las condiciones favorables, pero a partir de ahí tenemos
    que aguardar con paciencia y confianza que el sueño venga. Apenas nos está permitido observar el proceso:
    la observación nos impediría dormir.
    Todo lo que el sueño (y la muerte) exigen de nosotros no pertenece precisamente a los puntos fuertes del
    ser humano. Todos estamos muy anclados en el polo de la actividad, estamos muy orgullosos de nuestras
    obras, dependemos mucho de nuestro intelecto y de nuestro rígido control como para que el abandono, la
    confianza y la pasividad sean formas de comportamiento familiares. Por lo tanto, a nadie debe asombrar que
    el insomnio (¡junto al dolor de cabeza!) sea uno de los trastornos más frecuentes de nuestra civilización.
    Nuestra cultura, a causa de su unilateralidad, tiene dificultades con todos los campos antipolares, como
    puede apreciarse rápidamente por la lista de analogías que exponemos. Tenemos miedo del sentimiento, de lo
    irracional, de la sombra, del inconsciente, del mal, de la oscuridad y de la muerte. Nos aferramos a nuestro
    intelecto y a nuestra conciencia de día con la que creemos poder entenderlo todo. Cuando llega la invitación a
    «abandonarse» se produce el miedo, porque la pérdida nos parece excesiva. Y, no obstante, todos ansiamos
    dormir y experimentamos la necesidad. Como la noche pertenece al día, así la sombra nos pertenece a
    nosotros y la muerte, a la vida. El sueño nos lleva todos los días a ese umbral entre el Aquí y Allá, nos
    acompaña a la zona oscura de nuestra alma, nos hace vivir en el sueño lo no vivido y nos sitúa otra vez en
    equilibrio.
    El que sufre de insomnio —mejor dicho: de dificultad para conciliar el sueño— tiene dificultades y miedo
    de soltar el control consciente y abandonarse a su inconsciente. El individuo actual apenas hace una pausa
    entre el día y la noche, sino que lleva consigo a la zona del sueño todos sus pensamientos y actividades.
    Prolongamos el día durante la noche y pretendemos analizar el lado nocturno de nuestra alma con los
    métodos de la conciencia diurna. Falta la pausa de la conmutación consciente.
    El insomne debe aprender ante todo a terminar el día conscientemente para poder entregarse por
    completo a la noche y a sus leyes. También debe aprender a preocuparse de las zonas de su inconsciente,
    para averiguar de dónde procede la ansiedad. La mortalidad es un tema importante para él. El insomne carece
    de confianza y de capacidad de entrega. Él se considera «activo» y no puede abandonarse. Los temas son
    casi idénticos a los que consideramos al tratar del orgasmo. El sueño y el orgasmo son pequeñas muertes que
    las personas con un Yo muy desarrollado experimentan como peligro. Por lo tanto, la conciliación con el lado
    nocturno de la vida es un somnífero infalible.
    Los viejos sistemas, tales como contar, dan resultado sólo en la medida en que permiten distraer el
    intelecto. La monotonía aburre la mitad izquierda del cerebro y la induce a cejar en su afán de predominio.
    Todas las técnicas de meditación utilizan este recurso: concentración en un punto, o en la respiración, en la
    repetición de una mantra o un koan inducen a pasar del hemisferio izquierdo al derecho, del lado del día al
    lado de la noche, de la actividad a la pasividad. Quien experimente dificultades en esta rítmica alternancia
    natural debe dedicar atención al polo que rehuye. Esto es lo que pretende el síntoma. Proporciona al individuo
    tiempo para dilucidar sus conflictos con las alarmas y los temores de la noche. También en este caso el
    síntoma da sinceridad: todos los que padecen de insomnio tienen miedo a la noche. Cierto.
    La excesiva somnolencia denota el problema contrario. El que, a pesar de haber dormido lo necesario,
    tiene problemas para despertar y levantarse, debe analizar su temor a las exigencias del día, a la actividad y
    el esfuerzo. Despertar y empezar el día significa actuar y asumir responsabilidades. La persona que tiene
    dificultad para pasar a la conciencia del día pretende huir al mundo de los sueños y a la inconsciencia de la
    niñez y evitar los desafíos y responsabilidades de la vida. En este caso, el tema se llama: huida a la
    inconsciencia. Si el dormirse guarda relación con la muerte, el despertar es un pequeño nacimiento. El
    nacimiento y el despertar a la conciencia pueden resultar tan angustiosos como la noche y la muerte. El
    problema está en la unilateralidad; la solución está en el medio, en el equilibrio, en la conjunción. Sólo aquí se
    descubre que nacimiento y muerte son uno.

    TRASTORNOS DEL SUEÑO
    El insomnio debe hacer que nos planteemos las siguientes preguntas:
    1. ¿En qué medida dependo del poder, el control, el intelecto y la observación?
    2. ¿Soy capaz de desasirme?
    3. ¿Están desarrolladas en mí la capacidad de entrega y la confianza?
    4. ¿Me preocupo del lado nocturno de mi alma?
    5. ¿Cuánto temo a la muerte? ¿He meditado sobre ella lo suficiente?
    La excesiva somnolencia sugiere estas preguntas:
    1. ¿Rehuyo la actividad, la responsabilidad y la toma de conciencia?
    2. ¿Vivo en un mundo de sueños y tengo miedo de despertar a la realidad?

     
    • Andrea 08:12 el 24 May 2012 Enlace permanente | Responder

      Me gustó mucho la forma diferente de ver el problema del insomnio. Muy interesante. Gracias!

  • Ismael 12:19 el 18 November 2009 Enlace permanente | Responder
    Etiquetas: éxito, , creencias, estrés, insomnio, , víctima   

    Qué hacemos en una situación de insomnio? 

    El insomnio normalmente proviene de una situación estresante, y el estrés surge de cómo aceptamos las situaciones de nuestras vidas. La mayoría de nosotros queremos evitar todo lo malo, dime si es que no quieres siempre vivir en un mundo de poder, amor, placer, éxito, salud; y estás continuamente huyendo de la pena, la angustia, la rabia, la frustración, el fracaso y el miedo en definitiva.

    Esa huida hace que no nos enfrentemos, que no aceptemos conscientemente el lado menos «positivo» de nosotros. De esta manera nos es imposible manejar ese stress de una manera satisfactoria y consciente, y entonces puede que surja un brote de insomnio. En este caso podemos actuar de 3 distintas maneras:

    a) hacer lo que creamos para volver a dormir mejor,
    b) quejarse a todo el mundo sin buscar soluciones reales,
    c) reconocer que algo nos molesta, que no sabemos que hacer para solucionarlo y pedir ayuda.

    Por supuesto que exigen variantes de estas 3 opciones y acostumbran a darse las 3 en un periodo relativamente corto de tiempo,  aunque lo que es importante es cómo enfocamos en primera instancia el brote de insomnio. Aunque la segunda opción sería la menos apropiada para mí, porque si que la practiqué bastante y sin resultados, puede que haya gente que escoja hacer un papel de víctima durante un tiempo para recibir consciente o inconscientemente las atenciones que necesite para luego cambiar a otro comportamiento.

    Me repito, pero es que quiero que quede muy claro: cambiar de comportamiento, si no estamos teniendo resultados, es lo que nos llevará al éxito, a tener de nuevo un sueño reparador lo antes posible.

    Actuar según la opción a) o la opción c) depende de cómo esté nuestro nivel de creencias, de cómo y cuánto nos conozcamos, o creamos que nos conocemos. Dejadme que os ponga un ejemplo, que no tiene por qué ser mayoritario aunque si que ilustra bien el proceso de actuación de un insomne que empieza con un comportamiento tipo (a):

    Jaime duerme mal y CREE que haciendo más ejercicio dormirá mejor. Entonces lo hace y comprueba los resultados. Si duerme mejor sabe que el ejercicio es necesario para su bienestar en la cama, si sigue durmiendo mal al final seguramente no tendrá ánimos para hacer más ejercicio. Si Jaime sigue durmiendo mal puede escoger entre frustrarse y pasar a un estado (b) de queja sin hacer nada; o probar otra cosa que se lo ocurra cómo ir a dormir siempre a la misma hora. Si este nuevo comportamiento de Jaime tampoco tiene éxito para él, éste puede decidir pasar a un éstado (b) o seguir con el comportamiento (a) probando acciones o cosas que Jaime CREA que le pueden funcionar. Si durante el tiempo que Jaime crea necesario no ha obtenido resultados pasará irremediablemente a un estado (b) o (c). Una vez cansado o con sus recursos agotados Jaime puede sentirse que no duerme y qué no sabe que hacer. Si se queja y no escucha tardará más en encontrar soluciones, si pide ayuda o nueva información, de la manera que Jaime CREA, obtendrá nuevos recursos para volver de nuevo a un estado (a).

    Este proceso, que no deja de ser una evolución y un aprendizaje de uno mismo, durará lo que tenga que durar hasta que Jaime esté satisfecho. Para muchos son unos días, para otros unas semanas, para algunos meses o años. Todo depende de tu capacidad de observar conscientemente si estás en un comportamiento útil o si necesitas cambiarlo.

    Repetir lo mismo una y otra vez esperando tener resultados diferentes es lo habitual y no lleva a ningún lado!

    Saludos y hasta pronto!

    Agradecería tus comentarios para este post, sería interesante ver cómo actuamos para poder cambiar a mejor, si es que hace falta!

     
  • Ismael 14:02 el 10 November 2009 Enlace permanente | Responder
    Etiquetas: holístico, insomnio, sounder sleep system   

    Programa de radio sobre el insomnio 

    Os dejo el audio de un programa de radio en el que unos amigos hablan del insomnio desde un punto de vista más holístico.

    http://connectaambelcos.com/

    Ya me he mudado del todo, espero que pronto tenga internet en casa y ello facilite que los posts vayan saliendo más a menudo. Os comentaré en breve que tal fué el curso introductorio de Sounder Sleep System (sistema del sueño profundo) al que asistí el fin de semana pasado en Barcelona

    Hasta pronto!

     
  • Ismael 13:08 el 23 September 2009 Enlace permanente | Responder
    Etiquetas: círculo vicioso, , insomnio, motivos, , soluciones,   

    dormir mal, dormir poco 

    «Buf, hoy he dormido fatal, ni me aguanto!», «Me desperté a las 4 y no he vuelto a pegar ojo», «Vaya, menudas ojeras!», «He pasado toda la noche en vela y estoy de los nervios»…
    Te identificas con alguna de estas frases?
    Puedes notar en tí y en los demás que estas quejas sobre la calidad de nuestro sueño son, cada vez, más y más frecuentes.

    Todo el mundo ya sabe, sobretodo por experiencia propia, la importancia de dormir bien. Por el contrario, nadie sabe todavía el por qué del dormir. Científicos de todo el mundo se reunen anualmente en congresos para debatirlo y aún no han llegado a saber qué hace que durmamos. Todavía no existe la píldora milagrosa que nos dé un sueño reparador. Así que mientras tanto, si duermes mal, duermes poco, o te quejas de levantarte demasiado cansado, éste es tu blog para seguir. En él informaremos y practicaremos para que puedas dormir decentemente de nuevo. No dudes en comentar tus experiencias aquí mismo, si lo deseas.dormirpocodormirmal

    El precio de una mala noche de sueño afecta a la actividad que desarrollas el dia siguiente y a tu humor sobretodo. Quien no está más irritable después de no haber descansado lo suficiente? Cuando las malas noches vienen juntas y el problema se vuelve crónico, el insomnio afecta tus relaciones, tu productividad y te regala grandes dosis de preocupación y ansiedad. El círculo vicioso se hace cada vez más grande y parece que llegues a un punto de no poder volver a tus condiciones iniciales de sueño reparador, aún cuando aparentemente el motivo que te hizo dormir menos en un principio ya pueda haber desparecido. En estos momentos es cuando puedes llegar a preguntarte qué hay de equivocado en tí, que falla en tu mecanismo del sueño…pues bien, alégrate de saber que no falla nada en tu mecanismo. Igual que tu mente y tu cuerpo aprendieron a dormir poco, mal o nada, puedes volver a re-aprender a dormir como antes.
    Y existen muchas maneras! Estate atento a los próximos posts

     
  • Ismael 09:25 el 20 September 2009 Enlace permanente
    Etiquetas: autor, insomnio, Intro   

    Bienvenida 

    Mi nombre es Ismael y te doy la bienvenida a mi blog!
    De profesión: investigador, científico, terapeuta, divulgador, colaborador.
    Sin embargo también puedo “presumir” de haber adquirido suficientes credenciales como para poder darme el título (eso si, no oficial) de insomne profesional. He dedicado gran parte de los últimos 12 años a informarme sobre el querer y no poder dormir. Éstos son los trucos y remedios que he ido aprendiendo a lo largo de todo este tiempo. Aquí escribiré los posts de cómo llegué a comprender mi insomnio, mi acompañante de viaje nocturno, para finalmente librarme de él y poder dormir.

     
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